onde acho um conto em espanhol?
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Caso queira ver por um aparelho, pesquise por contos no navegador chrome. Se não quiser ver através da internet, procure uma banca ou biblioteca mais próximo de ti. :)
felipeaqui2019:
valeu cara,nem passou pela minha cabeça em buscar na internet
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Aqui está:
El pelo de Barai se había vuelto apretado y reluciente, la mirada viva, las costillas ya no sobresalían, parecía rejuvenecido muchos años. Alí subió a su grupa, cada vez más maravillado, ansioso por contar lo sucedido a sus padres.
Entretanto iban llegando otros pastores, campesinos, gente de los alrededores, todos con regalos, todos deseosos de adorar al Rey del mundo.
El Niño dijo adiós con la manita a Alí y su papá y su mamá le sonrieron. Y él, aunque no acertaba a comprender tantas cosas, por ejemplo, por qué su borrico había cambiado tanto, se sentía muy, muy feliz.
Rossana Guarnieri
Cuentos y leyendas cristianos
Madrid, Ediciones RIALP, 2008
La tarde en que apareció en el cielo la estrella que indicaba el camino para encontrar y adorar al futuro Rey del mundo recién nacido, el pastor Amhed yacía enfermo en su cabaña, sin poder moverse con fiebre alta. Entonces llamó a su hijo Alí y le dijo:
El corazón del borrico
—Irás tú a adorar al Niño, siguiendo esa estrella. Llévale de regalo un saquito de dátiles.
Alí se preocupó.
—¿Y si el camino es muy largo? Yo soy todavía pequeño y no muy fuerte, padre.
El pelo de barai se había vuelto apretado y reluciente, la mirada viva, las costillas ya no sobresalían, parecía rejuvenecido muchos años. Alí subió a su grupa, cada vez más maravillado, ansioso por contar lo sucedido a sus padres.
Entretanto iban llegando otros pastores, campesinos, gente de los alrededores, todos con regalos, todos deseosos de adorar al Rey del mundo.
El Niño dijo adiós con la manita a Alí y su papá y su mamá le sonrieron. Y él, aunque no acertaba a comprender tantas cosas, por ejemplo, por qué su borrico había cambiado tanto, se sentía muy, muy feliz.
—Coge el borrico Barai, él te llevará.
puedo dejar mi puesto porque con mi aliento, junto al buey, caliento al Niño.
Tampoco Barai era fuerte, tenía ya muchos años en la grupa, estaba tan delgado que las costillas se le marcaban en la piel, el pelo era áspero y escaso, los ojos nublados. Pero mejor eso que nada...
—Ve a dar una vuelta que yo te sustituiré —sugirió Barai.
Alí subió al borrico y partió.
El asno no se hizo de rogar, se levantó despacito y Barai ocupó su puesto. Estaba orgulloso de veras por estar junto al Niño, de calentarlo como podía, y a pesar del cansancio y de lo incómodo de la postura, consiguió seguir despierto.
Pasaron horas y horas de lento viaje antes de llegar a una cabaña sobre cuyo tejado se había detenido la estrella, y ya era noche cerrada.
Entretanto, sobre aquella mísera cabaña, alta en el cielo, seguía brillando la estrella.
Alí vio a un niño recién nacido que dormía sobre la paja. Un hombre y una mujer de rostro dulcísimo dormían junto a él. Cerca del Niño alentaban un buey y un asno. Pensó que no era cuestión de despertarlos, bajó de la grupa de Barai, se recostó contra una pared de la cabaña y se durmió él también.
Al cabo de un rato volvió el asno.
Barai, por su parte, estaba bien despierto, porque cuando se es viejo se duerme poco. Muerto de cansancio, pero despierto. Y de repente vio que el asno junto al Niño había abierto los ojos.
Los dos volvieron a cambiarse el puesto, Barai se acurrucó junto a Alí dormido y al fin se durmió también.
—Eh —exclamó bajito—. ¿Cómo estás? Has tenido un gran honor, ¿no es verdad?
Se despertó el Niño. Se despertaron su papá y su mamá, el buey y el asno. También despertó Alí, adoró al Niño y le ofreció el saquito de dátiles que había traído de casa. Luego despertó a Barai que dormía aún junto a él para reemprender el camino a casa y de repente abrió unos ojos como platos.
—Sí, así es —respondió el otro—. Pero, ya ves, a fuerza de estar parado y agachado, me duelen las patas, estoy todo dolorido, daría cualquier cosa por moverme un poco, pero no
¿Era «su» borrico aquel que se estaba levantando con un pequeño rebuzno?
—Me siento mucho mejor. Gracias, amigo, has sido muy bueno.
—Oh, no es nada, lo he hecho con gusto, de corazón.
Llegó el amanecer.
Espero ter ajudado :3
El pelo de Barai se había vuelto apretado y reluciente, la mirada viva, las costillas ya no sobresalían, parecía rejuvenecido muchos años. Alí subió a su grupa, cada vez más maravillado, ansioso por contar lo sucedido a sus padres.
Entretanto iban llegando otros pastores, campesinos, gente de los alrededores, todos con regalos, todos deseosos de adorar al Rey del mundo.
El Niño dijo adiós con la manita a Alí y su papá y su mamá le sonrieron. Y él, aunque no acertaba a comprender tantas cosas, por ejemplo, por qué su borrico había cambiado tanto, se sentía muy, muy feliz.
Rossana Guarnieri
Cuentos y leyendas cristianos
Madrid, Ediciones RIALP, 2008
La tarde en que apareció en el cielo la estrella que indicaba el camino para encontrar y adorar al futuro Rey del mundo recién nacido, el pastor Amhed yacía enfermo en su cabaña, sin poder moverse con fiebre alta. Entonces llamó a su hijo Alí y le dijo:
El corazón del borrico
—Irás tú a adorar al Niño, siguiendo esa estrella. Llévale de regalo un saquito de dátiles.
Alí se preocupó.
—¿Y si el camino es muy largo? Yo soy todavía pequeño y no muy fuerte, padre.
El pelo de barai se había vuelto apretado y reluciente, la mirada viva, las costillas ya no sobresalían, parecía rejuvenecido muchos años. Alí subió a su grupa, cada vez más maravillado, ansioso por contar lo sucedido a sus padres.
Entretanto iban llegando otros pastores, campesinos, gente de los alrededores, todos con regalos, todos deseosos de adorar al Rey del mundo.
El Niño dijo adiós con la manita a Alí y su papá y su mamá le sonrieron. Y él, aunque no acertaba a comprender tantas cosas, por ejemplo, por qué su borrico había cambiado tanto, se sentía muy, muy feliz.
—Coge el borrico Barai, él te llevará.
puedo dejar mi puesto porque con mi aliento, junto al buey, caliento al Niño.
Tampoco Barai era fuerte, tenía ya muchos años en la grupa, estaba tan delgado que las costillas se le marcaban en la piel, el pelo era áspero y escaso, los ojos nublados. Pero mejor eso que nada...
—Ve a dar una vuelta que yo te sustituiré —sugirió Barai.
Alí subió al borrico y partió.
El asno no se hizo de rogar, se levantó despacito y Barai ocupó su puesto. Estaba orgulloso de veras por estar junto al Niño, de calentarlo como podía, y a pesar del cansancio y de lo incómodo de la postura, consiguió seguir despierto.
Pasaron horas y horas de lento viaje antes de llegar a una cabaña sobre cuyo tejado se había detenido la estrella, y ya era noche cerrada.
Entretanto, sobre aquella mísera cabaña, alta en el cielo, seguía brillando la estrella.
Alí vio a un niño recién nacido que dormía sobre la paja. Un hombre y una mujer de rostro dulcísimo dormían junto a él. Cerca del Niño alentaban un buey y un asno. Pensó que no era cuestión de despertarlos, bajó de la grupa de Barai, se recostó contra una pared de la cabaña y se durmió él también.
Al cabo de un rato volvió el asno.
Barai, por su parte, estaba bien despierto, porque cuando se es viejo se duerme poco. Muerto de cansancio, pero despierto. Y de repente vio que el asno junto al Niño había abierto los ojos.
Los dos volvieron a cambiarse el puesto, Barai se acurrucó junto a Alí dormido y al fin se durmió también.
—Eh —exclamó bajito—. ¿Cómo estás? Has tenido un gran honor, ¿no es verdad?
Se despertó el Niño. Se despertaron su papá y su mamá, el buey y el asno. También despertó Alí, adoró al Niño y le ofreció el saquito de dátiles que había traído de casa. Luego despertó a Barai que dormía aún junto a él para reemprender el camino a casa y de repente abrió unos ojos como platos.
—Sí, así es —respondió el otro—. Pero, ya ves, a fuerza de estar parado y agachado, me duelen las patas, estoy todo dolorido, daría cualquier cosa por moverme un poco, pero no
¿Era «su» borrico aquel que se estaba levantando con un pequeño rebuzno?
—Me siento mucho mejor. Gracias, amigo, has sido muy bueno.
—Oh, no es nada, lo he hecho con gusto, de corazón.
Llegó el amanecer.
Espero ter ajudado :3
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