GALERA ME AJUDA NA OUTRA DE ESPANHOL A PROVA TA DIFICIL
Lee el texto y contesta a las preguntas de 26 a 28.
¿Quién ha sido la primera científica de la historia?
Se llamaba Agnocide y era ateniense. Corría el siglo IV a.C. y con gran decisión, además de permiso paterno, se cortó el cabello, se vistió de hombre para simular ser un varón y se trasladó a Alejandría para estudiar medicina y obstetricia.
En 350 a.C. regresó con el título de ginecología en la mano a Atenas, pero manteniendo su camuflaje masculino.
Poco a poco Agnocide se fue convirtiendo en la doctora de cabecera de muchas de las acomodadas damas de Atenas. Pero debido a la competencia que sentían sus colegas masculinos se difundieron acusaciones de intento de violación a dos de sus pacientes, situación en la que se vio obligada a destapar su secreto.
Al final, el tribunal sólo pudo imputarla por “suplantación de identidad” y su veredicto de condena por hacerse pasar por un hombre y ejercer una profesión prohibida para las mujeres fue la pena de muerte. La respuesta a este injusto desenlace fue una inmensa solidaridad de la clase alta femenina de Atenas, que se organizó para defenderla y utilizar todas las influencias que pudieron para ejercer toda la presión necesaria para evitar la muerte de Agnocide. Finalmente, sus pacientes consiguieron salvarla. El juez cedió a que Agnocide continuase con su labor médica en libertad, con su verdadera identidad de mujer.
Adaptado de: https://www.muyhistoria.es/curiosidades/preguntas-respuestas/quien-ha-sido-la-primeracientifica-de-la-historia-791424076904#>. Acceso el: 31 mar. 2020.
Según el texto, ¿cuál fue la causa de los problemas legales a los que se enfrentó Agnocide?
A
El rechazo por parte de la élite ateniense cuando todos se enteraron de que era mujer.
B
Los rumores difundidos por sus colegas de profesión en virtud de los celos que sentían.
C
La rivalidad con las demás doctoras que pertenecían a la clase alta femenina de Atenas.
D
El hecho de que sus clientes era, sobre todo, mujeres, práctica incomún em la Grecia Antigua.
Soluções para a tarefa
Resposta:
Seu nome era Agnocide e ele era um ateniense. Era o século IV aC e com grande determinação, além da autorização dos pais, cortou os cabelos, se vestiu como homem para fingir que era menino, e mudou-se para Alexandria para estudar medicina e obstetrícia. Do famoso médico grego Herófilo recebeu conhecimentos suficientes para tirar a melhor nota no exame médico final. Em 350 aC voltou com o diploma de ginecologia em mãos para Atenas , mas mantendo sua camuflagem masculina. Ele criou sua própria prática para servir às mulheres nobres em sua cidade natal, até que acusações desencadeadas pela inveja quase o impediram de continuar suas investigações ginecológicas.
Aos poucos, Agnocide se tornou o médico-chefe de muitas das senhoras ricas de Atenas , pois elas encontraram nela uma compreensão especial que não encontravam em outros médicos. Ela confessou a seus pacientes mais próximos sua condição de mulher. Mas devido à competição sentida por seus colegas do sexo masculino, acusações de tentativa de estupro foram espalhadas contra dois de seus pacientes, situação em que ela foi forçada a descobrir seu segredo. No final, o tribunal só poderia acusá-la de “roubo de identidade e sua condenação por se passar por homem e exercer uma profissão proibida para mulheres foi a pena de morte . A resposta a este resultado injusto foi uma imensa solidariedade da classe alta feminina de Atenas, que se organizou para defendê-la e usar todas as influências que puderam para exercer todas as pressões necessárias para evitar a morte de Agnocídio. Finalmente, seus pacientes conseguiram salvá-la. O juiz permitiu que Agnocide continuasse com seu trabalho médico em liberdade, com sua verdadeira identidade de mulher.
Lembrar Agnocídio é evocar todas aquelas mulheres que ao longo da história lutaram por um sonho , o de investigar, apesar das adversidades de seu tempo. Incompreendidas, esquecidas, marginalizadas e até repudiadas, essas poderiam ser as qualificações de muitas daquelas trabalhadoras que tiveram que cortar o cabelo e vestir roupas de homem para entrar furtivamente em centros de estudos, exclusivamente masculinos.
Tradução
Su nombre era Agnocide y era ateniense. Corría el siglo IV a. C. y con gran determinación, además de la autorización de sus padres, se cortó el pelo, se vistió de hombre para fingir que era un niño, y se trasladó a Alejandría para estudiar medicina y obstetricia. Del famoso médico griego Herophilus recibió los conocimientos suficientes para obtener la mejor puntuación en el examen médico final. En 350 a. C. regresó con el diploma de ginecología en la mano a Atenas, pero manteniendo su camuflaje masculino. Creó su propia consulta para servir a las mujeres nobles de su ciudad natal, hasta que las acusaciones provocadas por la envidia casi le impidieron continuar con sus investigaciones ginecológicas.
Gradualmente, Agnocide se convirtió en el médico jefe de muchas de las mujeres ricas de Atenas, ya que encontraron en ella una comprensión especial que no encontraron en otros médicos. Confesó a sus pacientes más cercanos que era mujer. Pero debido a la competencia que sentían sus colegas masculinos, se difundieron acusaciones de intento de violación contra dos de sus pacientes, en cuyo caso se vio obligada a descubrir su secreto. Al final, el tribunal sólo pudo acusarla de “robo de identidad y su condena por hacerse pasar por un hombre y ejercer una profesión prohibida para las mujeres fue la pena de muerte. La respuesta a este resultado injusto fue una inmensa solidaridad con la clase alta femenina en Atenas, que se organizó para defenderla y utilizar todas las influencias que pudo para ejercer toda la presión necesaria para evitar la muerte de Agnocide. Finalmente, sus pacientes lograron salvarla. El juez permitió que Agnocide continuara su labor médica en libertad, con su verdadera identidad de mujer.
Recordar Agnocide es evocar a todas aquellas mujeres que a lo largo de la historia han luchado por un sueño, a investigar, a pesar de las adversidades de su tiempo. Incomprendidos, olvidados, marginados e incluso repudiados, estas podrían ser las calificaciones de muchos de esos trabajadores que tuvieron que cortarse el pelo y usar ropa de hombre para colarse en los centros de estudios, exclusivamente para hombres.
Espero ter te ajudado